Chicos "Especiales" en el entrenamiento de Atletismo en el parque La Carolina |
Juan Jaramillo nació el 22 de noviembre de 1963, tiene 48 años y es un hombre delgado, con piel morena y un corto bigote. Su expresión es cómo un niño, pero se comporta como un hombre mayor que trabaja y practica el atletismo. Su madre, la señora Carmen Moya, en ocasiones lo acompaña a los entrenamientos.
“Mi hijo es independiente, desde hace muchos años él va solo a entrenar, el deporte le ayudado bastante”.
Olimpiadas
Especiales es un club deportivo de autogestión e independiente que ayuda a los
niños, niñas, jóvenes y adultos con alguna discapacidad intelectual, física o
algún problema congénito que tuvieron al nacer.
Dentro de las disciplinas deportivas que ofrece el club a los 150
deportistas especiales, están el fútbol, el básquet femenino, el tenis,
atletismo, natación, ciclismo y gimnasia.
“Nosotros
como club ponemos a disposición para los estudiantes las disciplinas que
tenemos y nos hacemos cargo durante esas horas de los chicos”, explica el
profesor José Prado, director de Deportes de Olimpiadas Especiales.
Los
chicos y chicas esperan ansiosos el sábado para verles y reunirse con sus
amigos, mientras los profesores les dan la bienvenida y les motivan para
empezar una nueva jornada de entrenamientos.
Juan
Jaramillo se pone su gorro blanco con el logo de las Olimpiadas Especiales,
coge su mochila y camina junto a un centenar de niños y jóvenes rumbo a los
sitios donde practican durante dos horas.
Al llegar a la improvisa pista atlética del parque, Jaramillo y los
otros 20 atletas se colocan en una fila horizontal y escuchan las indicaciones
del profesor. “Los chicos especiales, se
diferencian con los regulares por que son obedientes, acatan mejor las
ordenes”, asegura el instructor.
El atletismo “especial” consiste en realizar ejercicios de estiramiento en las piernas y brazos con el fin de evitar lesiones o molestias posteriores. Los chicos de mayor edad ayudan a los más pequeños a realizar los ejercicios. Juan es uno de ellos que siempre se preocupa por sus compañeros. “Me gusta ayudar a todos mis amigos para que sigan adelante en ese deporte”, dijo con un tono suave, mientras se refresca con un sorbo de agua de su termo.
La solidaridad entre compañeros, profesores y padres y el esfuerzo de cada uno de ellos es lo que prima en el club. “El esfuerzo y la manera de ser de estos chicos te motivan para seguir adelante”, dice Prado que lleva trabajando 18 años en el club y afirma que no cambiaría por nada su trabajo.
La mamá
de Juan Jaramillo está contenta con el trabajo que hace su hijo desde pequeño
en el club. “A mi hijo le ha ayudado
bastante en su formación personal y profesional. Él ahora es fundador de este
club y entre todos sus compañeros se ayudan mucho para que salgan adelante”.
Juan
Jaramillo es un reconocido dentro de las
Olimpiadas Especiales y un ejemplo de superación para sus compañeros. Él ha tenido la oportunidad de participar en
varios torneos provinciales y nacionales.
“Yo viaje a Cuenca y a Guayaquil a competir en los juegos
nacionales y me fue bien y me gustó”, dijo el atleta al culminar su práctica.
“Mi hijo siempre ha sido mi orgullo por todo lo que hace”, indica la madre de
Juan con toda la satisfacción.
Miguel Bonette, atleta “especial” de 34 años es el compañero de Juan por varios años en el club y él considera que “todos mis compañeros de atletismo y de otros deportes son buenos y siempre nos esforzamos para ganar”, indica Bonette quien trabaja también cómo mensajero en una empresa.
Jaramillo también comparte el atletismo con su trabajo diario cómo grupo de mantenimiento en la Universidad Tecnológica Equinoccial (UTE). En ese lugar labora por varios años y ha podido mantenerse en el trabajo gracias al deporte que le permite desenvolverse cómo profesional.
La ley
del trabajador, en uno de sus incisos indica que toda empresa ya sea pública
o privada, que tenga 25 empleados o más
debe tener dentro de su nomina el 4% con
personas con alguna discapacidad intelectual o física.
Y precisamente el club de las Olimpiadas Especiales, aparte de formar deportistas, también contribuye a que los chicos tengan un trabajo durante la semana. “La mayoría de los muchachos están involucrados en la inserción laboral, gracias a los programas del Gobierno y a sus capacidades”, dice el profesor José Prado.
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